Dia del Padre

Nos levantamos temprano a las 6 am cuando mi hermanita desde España llamó a darle el respectivo saludo del día del padre a mi pa. Repartimos regalos y volvimos a dormir por un ratito más. Luego fue el desayuno, como le gustan a mi pa. Huevo, chocolate, arepa, juego, y la muy afamada costilla de cerdo, con unas tajaditas. Luego el plan de siempre, salir a hacer mercado a Carrefour y venir a descargar. Descansamos un rato y nuevamente a coger calle porque Franco quería almorzar pescado, así que nos fuimos a Apolonia.

Yo nunca había ido, parecer ser que ese lugar fue una maña de mis papás y Marcela, adquirida mientras mi estadía en ATL. El sitio es completamente sencillo, sillas de plástico azul con mesas blancas, atendido por unos 6 a 8 personajes del pacífico colombiano, diría yo, chocoanos. El menú:

Pa: Sopa de pescado, ceviche de camarones, pargo rojo, limonada sin azucar, cocada
Ma: Sopa de pescado, cazuela de mariscos, limonada con azucar, cocada
Ga: Sopa de pescado, ceviche de camarones, mojarra frita, jugo de tamarindo, cocada
A: Ceviche de camarones, pargo rojo, limonada sin azúcar, cocada.


Dejenme decirles que finalmente entendí la fiebre de mis papás por llegar al restaurante faltandocincopalasdoce, así no haya hambre. Resulta que se llena como locos. Llegamos a la puerta antes de que abrieran junto con otra familia, nos sentamos y a los diez minutos no había mesa y una cola a la entrada impresionante.

El sabor, la textura y el tamaño de sobra dicen lo que en el aspecto no se nota, la calidad de un pescado como creo yo, solo lo había probado a la orilla del mar.

Salimos repletos y contentos nuevamente a la casa a descansar. Fue un día del Padre muy productivo y tranquilo.