Friday, February 11, 2005

Ray

Ayer la depresión me estaba carcomiendo. NO pude ni quize trabajar. No quería hablar con nadie, así que salí de la oficina como a las 4.00 pm me fui a la fotocopiadora del 238 y le pedí a la señora que me dejara llevarme el libro que había dejado sin pagar la totalidad de la cuenta. Claro está, dejé el original sacando otra copia. La idea original era sentarme en Kaldivia de la 7a con 25 a leer mientras Ga salía de clase.

Caminé a la puerta de la calle 26 y tomé mi camino hacia el cajero. Cometí un error y el cajero me botó un odioso billete de 50.000, así que volví a intentarlo esta vez con uno de 10.000. Tomé el primer colectivo que me dejara cerca al Embajador (ahora es mi cine preferido). Sólo había una silla disponible, en el extremo estaba sentado un señor ciego de color con el bastón y todo, tenía un vestigo gris claro y corbata roja, la combinación de colores de su ropa era en verdad agradable. Llevaba gafas en los ojos. Yo intenté pedirle permiso pero tal vez no hablé muy duro, el colectivo frenó, casi me caigo encima de él, y terminé clavando el libro recien adquirido en su hombro, el amablemente se levantó y me dió espacio. Me senté. Levanté la mirada y en la silla delantera iba Karla (léase amiga del alma de Ga). Tomé una decisión acertada, la saludé, la invité a cine con nosotros.

Pero claro seguía con mi idea original quería tomarme un café de las alturas. Es extraño pero ahora ese café solo me recuerda a Ga. Lo llamé al celular estaba ya en el cine, lo hice ir por nosotras y se tomó un café de las alturas.

Mientras eso pasaba intentaba hacer caso omiso a la manifestación que pasaba por la séptima, en contra del TLC. De otra forma me hubiera levantado a caminar con ellos. No pude evitar evadirme de la conversación mientras pasaba la policía. Siempre me ha dado curiosidad el ESMAD. Como pueden caminar con tanta cosa?

La película fue maravillosa. La música sobretodo. Es una historia contada con música, una historia de vida, sobre alguien que no puede ver y que se desenvuelve solo en la vida. Ahora vuelvo a pensar en el ciego del colectivo.

Pensaba en medio de la película en que los hombres, todos, son iguales. Y las mujeres siempre hacen lo mismo. Mantener un hogar imposible de mantener. En el fondo es una película rosa. El amor lo saca a uno de la peor crisis. En este caso, el amor a la música.

Los flash de historias familiares arrancaron varias lágrimas de mis ojos. Es culpa de mi extrasensibilidad de ayer.

Recomendada.

Suena: Hit the road Jack /Ray Charles

1 comment:

princesamanca said...

Hay que verla... ese podría ser un plan con las otras dos brujas, como para salir de la monotonía del plan cerveza.